¿Cuánto sabes sobre la exfoliación?
La exfoliación es algo importante para nuestra piel, la limpia arrastrando la piel muerta y la suciedad para renovar nuestra piel.
Si eres joven debes evitar exfoliantes a base de retinol (vitamina A) o ácidos frutales (denominados alfa-hidroxiácidos) porque ejercen una acción demasiado activa y podrían llegar a dañar tu piel.
Si tienes la piel grasa es debes exfoliar tu cara mínimo una vez al día, si la tienes seca cada quince días.
Para saber si la exfoliación es excesiva es si aparece una zona rojiza sobre la fina piel que cubre la parte superior de la mejilla. Si sucede esto, interrumpe la exfoliación, si piensas que has frotado demasiado fuerte rebájalo, y si piensas que es por los productos deja de utilizarlos.
Exfoliante casero ( para una aplicación)
-Un puñado de avena
-Tres cucharadas de Azucar
-Medio limón (si tienes la piel grasa) o agua (para piel normal o seca)
*cepillo de dientes
En una batidora introduce primero un puñado de avena, tres cucharadas de azúcar y tritúralo, al mezclar la avena y el azúcar proporcionarás una limpieza profunda pero suave que no va a dañar nuestra piel. Ahora exprime medio limón en la mezcla, el limón es un astringente que limpia y purifica la piel, si lo usas aplicalo por la noche y usar un protector solar al día siguiente. Debes de mezclar todo bien para que quede una pasta uniforme.
Con la cara limpia, y húmeda aplícalo con la mano, que también debe de estar limpia, formando círculos hacia fuera. Después retíralo con agua.
*También puedes usar tu cepillo de dientes para exfoliar con más profundidad.
*Si quieres tenerlo ya preparado tritura sólo la avena y el azúcar y añade limón o agua, según tu piel, cuando te lo vayas a aplicar.
Después es conveniente usar un tónico o una crema hidratante.
¿Qué os ha parecido?
¿Lo pondréis en práctica? A mi me funciona 🙂
Nos vemos muy pronto en el próximo post.
Mac*